Al momento de ser sitiados por las autoridades policiacas, ladrones de un banco en Brasil ataron rehenes a sus carros para que les sirvieran como escudos humanos para poder escapar.
Los rehenes los ataron a los techos y al frente de sus vehículos para limitar a los francotiradores de la policía e impedir que disparan a los criminales.
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Logran escapar con los rehenes usados como escudos humanos
De esta manera el grupo delictivo logró huir ante la imposibilidad de atacar de la policía que por un mal tiro podría terminar con la vida de un inocente.
Los presuntos ladrones asaltaron varios bancos en la madrugada de este lunes en la ciudad de Araçatuba, en el sur de Brasil antes de ser descubiertos.
Según el reporte de las autoridades brasileñas, más de 20 personas participaron en los atracos, quienes además bloquearon lascarreteras con vehículos en llamas y colocaron artefactos explosivos por toda la ciudad.
En la trifulca por lo menos tres personas murieron, entre ellas un sospechoso, según los primeros informes de las autoridades policiacas,
El teniente Alexandre Guedes, de la Policía Militar, dijo en entrevista que un hombre fue asesinado por la pandilla cuando lo encontraron grabando con su celular.
La violencia en Brasil repuntó durante la pandemia
La violencia en Brasil volvió a crecer tras dos años consecutivos a la baja. Pese a las restricciones implementadas en el país para enfrentar la pandemia del coronavirus, los asesinatos en el país aumentaron un 4,7 % y hubo un homicidio cada 10 minutos.
Según datos del Anuario Brasileño de Seguridad Pública más de 50 mil personas murieron de forma violenta en Brasil el año pasado y la crisis que ocasionó la llegada de la covid al país, influyó directamente en el repunte,
Ni el estricto confinamiento que se vivió el año pasado, ni las medidas de restricción para frenar la propagación del virus evitaron que en promedio 6 personas murieran violentamente por hora en estas tierras.
En 2017, Brasil batió el récord de muertes violentas intencionales con 64 mil 078 homicidios. La cifra cayó a 57 mil 592 asesinatos en 2018 y dejó 47 mil 773 víctimas, una número que el año pasado volvió a subir.
Los ladrones de banco que atan a rehenes a sus carros como escudos humanos para huir son una nueva modalidad del crimen para escapar de la ley.