“Los ahogué... no quería que siguieran abusando de ellos”; estas fueron las palabras que Liliana Carrillo dijo en una entrevista para la cadena de televisión KGET-TV tras ser sospechosa de matar a sus tres hijos en medio de una batalla por la custodia de los pequeños.
Carrillo es sospechosa de un crimen que conmocionó a todo el estado de Calinfornia, pues espera ser acuasada de haber ahogado y matado a sus tres hijos para mantenerlos alejados de su padre.
Te podría interesar
“Cuando nacieron les prometí que yo los protegería”, aseguró la mujer de 30 quien se encuentra en la prisión preventiva Lerdo en el condado de Kern.
Vestida con el uniforme marrón característico de la cárcel y con sus manos atadas a la cintura, confesó con lagrimas en los ojos los motivos por los que cometió el crimen.
“Los abracé y los besé y me disculpé todo el tiempo. Amaba a mis hijos”, afirmó.
“Desearía que mis hijos estuvieran vivos, sí, ¿Desearía no tener que haber hecho eso? Sí. Pero preferí que no fueran torturados y abusados de forma regular por el resto de sus vidas”, aseguró la sospechosa.
SE QUERÍA SUICIDAR
La historia del crimen le dio la vuelta a Estados Unidos pues Carrillo acabó con la vida de tres inocentes; Joanna Denton Carrillo de 3 años, Terry de 2 años y Sierra de apenas 6 meses, quienes fueron encontrados muertos el sábado por su abuela materna en un apartamento del vecindario Reseda en Los Ángeles.
La mujer fue arrestada más tarde a 200 millas del lugar, tras ser capturada aseguró que viajó para buscar un acantilado y suicidarse, pero su auto quedó atascado y tomó el carro de otras personas que se habían detenido para ayudarla.
Hasta este momento no ha sido acusada de la muerte de sus hijos ya que la investigación continúa.
Carrillo no ha sido acusada aún de la muerte de sus hijos, a la espera de más investigaciones.