Zhao Lijian, portavoz de la cancillería de china, retó a un funcionario japonés a beber de las aguas residuales de la central nuclear de Fukushima, si en verdad creen que esa agua es tan segura como para ser echada al océano.
Con un tuit, el portavoz chino aseguró que el océano Pacífico “no es un bote de basura para los japoneses” ni “tampoco una cloaca donde pueden tirar sus desechos”
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El portavoz además, mencionó que los japoneses no deben esperar que el mundo pague la fractura por el tratamiento de sus aguas radiactivas.
“Un funcionario japonés dijo que el agua es segura ¿por qué no la bebe primero” no deberían fingir ser ignorantes” escribió en el tuit.
Anteriormente el Ministro de Relaciones Exteriores de China había expresado su preocupación por la decisión nipona, calificándola de “altamente irresponsable” e “inaceptable” por haber tomado la decisión sin antes consultarlo con los países vecinos.
En esta semana, el gobierno de Japón dio a conocer su idea para liberar al océano más de un millón de toneladas de agua radiactiva de la central nuclear de Fukushima. Central que quedó destruida en marzo de 2011 por un terrible sismo y el devastador tsunami.
La capacidad de los tanques para seguir almacenando el agua contaminada llegará a su límite en otoño de 2022. La planta Tokyo Electric Power Co planea diluir el agua hasta que sus niveles de tritio caigan para después bombearla al océano.
Dicho plan ha desatado polémica en todo el mundo. Países vecinos como China y Corea del Sur, grupos ambientalistas, comunidades pescares han expuesto sus críticas.