Main logo

De día luchador, de noche Drag Queen; migrante mexicano rompe paradigmas

Escrito en GLOBAL el

Su historia es única y controversial, de día es un férreo luchador, pero en las noches se produce en él una metamorfosis drag con la que sigue combatiendo, pero ahora contra estereotipos.

Se trata de Diego Garijo, un inmigrante mexicano que además de ser luchador, es artista y Drag Queen, facetas que combina y utiliza a la perfección para acabar con la masculinidad tóxica.

Nació en Guanajuato, pero desde muy pequeño emigró de manera ilegal a Estados Unidos, allá fue donde comenzó su carrera como luchador bajo el nombre de "Dos Pistolas".

TE PUEDE INTERESAR: Amarrada, desnutrida y golpeada; niña es rescatada de su madre y novio

Antes de eso vivió una vida difícil y decidió comenzar a luchar para alejarse de las drogas y el crimen, fue así como forjó una carrera de seis años hasta que tuvo retirarse por sufrir el desprendimiento de su retina.

Diego, de 41 años practica una amplia gama de deportes de contacto como lucha cuerpo a cuerpo, artes marciales mixtas, kick boxing, boxeo tailandés y pancracio.

Pero además de tener este lado rudo, el mexicano descubrió otra pasión en él, el mundo Drag, en donde se adentró en 2019 bajo el nombre de "Lola Pistola".

Diego recordó que cuando era joven, ocasionalmente su familia lo vestía de niña por diversión.

"Realmente disfrutaba sincronizar los labios con la letra de una canción, así que ya lo hacía cuando era niño. Pero no tenía ganas de hacerlo de forma profesional hasta que tomé clases de inteligencia emocional", relató.

Fue en un concurso amateur donde Diego tuvo su primera aparición vestido de "Lola Pistola"; a pesar de quedar en segundo lugar, recibió parte del premio porque el ganador insistió en que él había tenido mejor desempeño.

Así fue como comenzó su aventura en dos mundos muy diferentes, primero dentro de un cuadrilátero, con guantes de pelea y sacando a flote su rudeza, después llegan horas laboriosas de transformación para colocar pelucas, uñas postizas, tacones y ropa ajustada de mujer.

"Es un experimento de vulnerabilidad para salir de mi zona de confort; para mi ser drag y y ser gay no tienen nada que ver entre sí", explica.

En ese proceso, su puesta en escena ha atraído la imaginación de muchas personas, que lo encuentran "muy inspirador". "Cuando se acercan a mí y me lo dicen, me hace muy feliz. Me animan a continuar, porque quiero luchar contra la masculinidad tóxica", asevera.

Debido a la crisis por el coronavirus, ha estado alejado del escenario, pero ha logrado mantenerse de otra manera, a través de dos exposiciones de arte donde participó vestido de 'drag queen'. Además, promociona y vende sus pinturas en su cuenta de Instagram.