La lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se ha llevado desde hace décadas; el descubrimiento de múltiples fármacos para evitar el contagio abren la puerta para poder erradicar de lleno esta enfermedad. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estado Unidos (FDA) aprobó el primer medicamento inyectable para prevenir el VIH.
Se trata del fármaco Apretude, el cual se suministra cada 60 días después de cumplir con un esquema de dos dosis mensuales. La comparación con otro tratamiento conocido como Truvada necesitaba una dosis diaria, siendo una pastilla ingerible.
Este esquema de suministro ayudará a los pacientes y su periodicidad, provocando no abandonar el tratamiento, cuestión sumamente común con la pastilla ya existente en el mercado.
Sin embargo, para ser candidato a este medicamento se deben cumplir con ciertas características como tener un peso mayor a 35 kilos, haber dado negativo a la prueba previa del tratamiento y ser adolescente o adulto.
Mediante un comunicado la FDA explicó el funcionamiento del medicamento inyectable. Gracias a su forma de administración, la dosis busca ser el reemplazo a la pastilla, debido a que los comprimidos necesitaban una mayor adherencia al organismo, es decir, su consumo constante e ininterrumpido.
Apretude demostró su eficacia en varios estudios llevados a cabo en en más de 5 mil pacientes, quienes resultaron resultaron menos propensos a infectarse de VIH en un 69 por ciento en comparación con la pastilla.
En otra prueba con 3 mil 224 mujeres cisgénero, se descubrió que tenían un 90 por ciento menos de probabilidad de contraer VIH en relación con las que tomaban la pastilla.
La inyección busca también su consumo preferente en grupos vulnerables, como personas de escasos recursos, quienes quieren ocultar el tratamiento, con adicción al alcohol o drogas, y a la ingesta de otros medicamentos.
La FDA aprobó el medicamento para prevenir el VIH teniendo en cuenta algunas advertencias que deben seguir bajo supervisión, tales como: la hipersensibilidad causada a su componente, hepatotoxicidad y los trastornos depresivos que puede causar.
Jesús García