Personas en el Vaticano fueron testigos de un hecho más que inusual, cuando un niño con discapacidad se presentó en más de una ocasión frente al papa Francisco I, queriendo obtener el "gorro" del sumo pontífice. Los colaboradores no lograron persuadirlo, así que le regalaron uno a cambio.
Te podría interesar
Fue durante la audiencia general en el Vaticano donde el niño, de diez años de edad, subió solo al estrado y se acercó al papa Francisco I mientras este otorgaba el saludo a los peregrinos. En una petición más que inocente, le hizo saber el deseo por tener un solideo de seda que solo portan los papas, señalandólo en más de una ocasión
Sorprendido gratamente, Francisco I le sostuvo las manos, le sonrió y conversó con el pequeño, el cual se sentó en una silla reservada a los cardenales ante la mirada divertida del Papa.
Luego de aparecer en más de una ocasión alrededor del máximo cardenal, el niño se marchó después de haber obtenido como regalo el famoso casquete.
La constitución del gorro está hecho por seis piezas de seda blanco, cosidas entre sí. Según la tradición católica, los papas solo pueden desprenderse de él ante Dios como símbolo de respeto.
Un ejemplo de esto es cuando en la misa, el papa se lo retira desde el el Prefacio y vuelven a colocárselo después de la Comunión.
El papa Francisco I dio unas palabras luego de la acción presenciada por todos, dirigiéndose directamente a los peregrinos:
"Este niño tuvo la libertad de acercarse y moverse como si estuviera en casa. Le agradezco por esta lección porque los niños no tienen un traductor automático del corazón a la vida" comentó el papa Francisco I.
Posteriormente, el sumo pontífice oró para que "el Señor lo ayude en su limitación y en su crecimiento",
El niño con discapacidad jamás olvidará la acción del papa Francisco I, quien cedió su "gorro" para obtener la sonrisa de un feligrés inocente.
Jesús García