La pandemia de coronavirus provocó que se pararan todas las actividades, incluso las ejecuciones de reos condenados a muerte en Texas, donde ocho reclusos esperan se alargué más esta suspensión.
Desde marzo pasado, el estado de Texas no ha aplicado el castigo máximo a ocho personas que han obtenido recursos judiciales para reprogramar o retrasar su ejecución.
La mayor parte de ellos pudieron mover su fecha de ejecución debido a la crisis de salud que atraviesa el país por la pandemia de covid-19.
Texas es considerado la capital de las ejecuciones de Estados Unidos. En 2019 se llevaron a cabo nueve ejecuciones, el número más alto de todo el país.
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En 2020 se consumaron dos castigos máximos. El primero fue John Gardner, quien el 15 de enero fue ejecutado por haber asesinado a tiros a su esposa en el condado de Collin, semanas antes de que se consumara su divorcio.
La segunda ejecución fue la de Abel Ochoa, quien en agosto del 2002 asesinó a tiros a su esposa, sus dos hijas, su cuñada y su suegro, además de herir a otra de sus cuñadas. Recibió la inyección letal el 6 de febrero.
Aunque desde principios de año ya se tenían fijadas las fechas de ejecución de estos presos, ninguna más se consumó después.
De acuerdo con datos del Death Penalty Information Center, ocho ejecuciones han sido suspendidas en Texas desde marzo pasado.
Esta es la lista de los reos condenados a muerte y que debido al aplazamiento de las ejecuciones han librado esta polémica condena.
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• Carlos Treviño iba a ser ejecutado el 11 de marzo. Por un recurso donde argumentó que la pandemia de covid-19 no permitiría llevar a cabo el procedimiento porque pondría en peligro vidas humanas, como las de los testigos o sus ejecutores, el procedimiento fue reprogramado para el 3 de junio. Nuevamente, por la pandemia, la fecha volvió a cambiar al 30 de septiembre próximo.
• John Hummel iba a ser ejecutado el 18 de marzo pero le fue otorgada una suspensión “a la luz de la actual crisis sanitaria y los enormes recursos necesarios para hacer frente a esa emergencia”, según el documento de la corte.
• Tracy Lane Beatty iba a recibir la inyección letal el 25 de marzo, pero se le concedió la suspensión por la pandemia de coronavirus, considerando que el evento podía ayudar a la propagación del coronavirus.
• Fabián Hernández hubiera sido ejecutado el 23 de abril, pero se le concedió una suspensión por la pandemia de coronavirus.
• Billy Wardlow iba a ser ejecutado el 29 de abril y su pena no se consumó por la pandemia de covid-19.
• Edward Busby hubiera recibido la inyección letal el 6 de mayo, pero le fue concedida una suspensión por la pandemia de coronavirus. Entre sus argumentos estuvieron que no podría tener una sesión para solicitar clemencia porque pondría en riesgo a las personas con las que interactuaría.