Los cubrebocas mágicos si existen y no solo en el universo de Harry Potter, también en el mundo real y este ha sido un éxito en redes sociales que incluso se ha agotado en poco tiempo.
Un cubrebocas que revela el ‘Mapa del Merodeador’ cuando respiras se ha vuelto un éxito en redes sociales, logrando agotarse al poco tiempo de su venta.
Ante la crisis sanitaria desatada por el coronavirus/Covid-19, muchas personas se dieron a la tarea de fabricar sus propios cubrebocas o comprar algunos de tela para evitar un uso excesivo de este producto, sin embargo el ingenio rebasó todos los límites con la llegada de un diseño ‘mágico’ que nos lleva al mundo de Harry Potter.
Se trata de un cubrebocas que cambia de color con la respiración, pues al recibir el calor de esta, pasa de tener un color negro a mostrar el Mapa del Merodeador, un importante artefacto dentro de la saga mágica que tuvo su primera aparición en la entrega tres de los libros y cintas: El Prisionero de Azkaban.
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Este cubrebocas fue obra de la fanatica de Harry Potter, Stephanie Hook quien reside en Colorado, Estados Unidos, y a través de su cuenta de Tik Tok mostró su gran invento al mundo teniendo un gran éxito en ventas.
Aunque a las pocas horas de ponerse a la venta estos cubrebocas se agotaron, Hook anunció que a partir del 29 de mayo un nuevo stock estará disponible a través de su tienda online y podrás recibirlo en tu hogar en un periodo de entre 3 a 5 días hábiles.
Los cubrebocas pueden ser adquiridos por cualquier persona en el mundo, y aunque no se especifica su costo, este estará a disposición del público el día de la reventa a partir de las 17:00 horas.
Además puedes elegir la tela en que deseas tu impresión y, según lo detalla la propia Hook, los pigmentos activados por el calor de tu respiración no resultan tóxicos para la salud, por lo que son una excelente opción para darle un complemento divertido a tu estilo.
Entre los cuidados que debes tener con tu cubrebocas está el del lavado a mano con productos desinfectantes, aunque no te recomendamos emplear el cloro, pues este suele teñir la tela y dañará su diseño.
Para secarlo basta con dejarlo en la secadora a baja temperatura y si bien es una excelente idea para darle un giro a los cubrebocas tradicionales, no remplaza a los EPP como el N95 recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni son de grado médico.