Desde el pasado 21 de julio, un buque de la Secretaría de Marina Armada de México (SEMAR) patrulla las aguas frente a Playa Bagdad, en Tamaulipas, para impedir el ingreso de embarcaciones extranjeras, especialmente las relacionadas con la empresa SpaceX, que buscan recuperar fragmentos del cohete Starship 8, que explotó recientemente y cuyos restos cayeron en territorio y aguas nacionales.
Restos de SpaceX y riesgo ambiental en el Golfo de México
De acuerdo con la organización ambiental Conibio, una plataforma estadounidense intentó ingresar sin autorización a la zona y logró extraer aproximadamente el 10% del cohete, principalmente motores, antes de retirarse.
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El resto de los fragmentos del Starship 8 permanece sumergido a unos 15 metros de profundidad, representando un riesgo para la fauna marina y los ecosistemas del Golfo de México, advirtió la organización.
Protección de las aguas nacionales
El buque desplegado por SEMAR mide 88 metros de largo por 8 metros de ancho y recorre de manera continua la costa, vigilando tanto al norte como al sur de Playa Bagdad, un área estratégica por su cercanía a la frontera con Estados Unidos.
El operativo tiene como objetivo:
- Proteger los recursos naturales y la soberanía de México.
- Evitar el ingreso de barcos camaroneros extranjeros, embarcaciones ilegales y buques estadounidenses que intentan recuperar la basura espacial generada por SpaceX sin permisos y sin evaluar los impactos ambientales.
Reconocimiento a las autoridades
En redes sociales, Conibio y usuarios han agradecido el apoyo de la Secretaría de Marina, así como de la presidenta Claudia Sheinbaum, destacando que esta acción protege la biodiversidad y reafirma que “¡A México se le respeta!”