ARQUEOLOGÍA

Tesoros ocultos de Tamaulipas: un viaje por sus zonas arqueológicas; también hay pirámides

Cuatro antiguos asentamientos revelan el esplendor prehispánico de la región centro y sur del estado, entre niebla, montañas y selvas.

Ruinas arqueológicas de Tamaulipas.
Ruinas arqueológicas de Tamaulipas.Créditos: internet
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Los vestigios de civilizaciones que habitaron lo que hoy es Tamaulipas siguen en pie, desafiando el paso de los siglos y recordando la diversidad cultural que floreció en esta región del noreste mexicano.

Aunque poco conocidas a nivel nacional, las zonas arqueológicas de Balcón de Montezuma, Tammapul, El Sabinito y Las Flores ofrecen un recorrido fascinante por el pasado indígena del estado, dispersas entre sierras, selvas y áreas urbanas.

Tesoros ocultos de Tamaulipas

Ubicado a menos de media hora de Ciudad Victoria, el Balcón de Montezuma se yergue sobre la Sierra Madre Oriental, dominando las barrancas y mesetas de la región.

Nombrado popularmente por su asociación con los “Montezumas”, este sitio está compuesto por numerosas plataformas de piedra caliza y pudo haber sido un importante punto de comercio para los huastecos. Su rescate en 1998 permitió su integración al patrimonio estatal.

Más al sur, en el municipio de Tula, se encuentra Tammapul, cuyo nombre en lengua tenek significa “lugar de neblina”.

Este asentamiento del periodo clásico (600–900 d.C.) se encuentra junto a una laguna y es conocido por su estructura circular única en Mesoamérica, el llamado “El Cuizillo”. La bruma matutina que cubre el valle acentúa su atmósfera mística.

En medio de la densa vegetación de Soto la Marina, El Sabinito emerge como una ciudad prehispánica de considerable tamaño. Se estima que albergó a unas 2,500 personas en su apogeo.

Su estratégica ubicación sobre un cerro permit??a vigilar el movimiento de grupos itinerantes, lo que sugiere un importante papel defensivo.

Por último, Las Flores, situada en una zona urbana de Tampico, conserva una estructura circular escalonada que resiste el avance de la modernidad. A pesar de la urbanización, este montículo ceremonial del posclásico (1000–1250 d.C.) sigue siendo testigo de las raíces huastecas en la región costera.

Las zonas arqueológicas de Tamaulipas son piezas clave en el rompecabezas de la historia mesoamericana. Su exploración enriquece el turismo cultural y fortalece la identidad regional desde una perspectiva sostenible y con visión de futuro.