Si en las últimas horas sentiste un temblor inusual o una vibración peculiar en la región fronteriza entre Tamaulipas y Texas, no te alarmes...
Esta sensación, reportada tanto en Reynosa como en el Valle de Texas, tuvo su origen en el lanzamiento del colosal cohete Starship X desde las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, Texas.
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Un éxito el lanzamiento del Starship X
Cada despegue de esta impresionante nave provoca una onda expansiva que no solo se percibe en la zona inmediata, sino también en áreas cercanas a la frontera.
Este fenómeno se debe a la inmensa potencia de los motores del cohete, diseñados para levantar los 120 metros de altura y más de 5 mil toneladas de la nave más grande jamás construida.
El reciente lanzamiento no fue solo un espectáculo visual y sonoro, sino una prueba clave para SpaceX. En esta misión, la empresa buscó evaluar actualizaciones en los sistemas de propulsión y navegación, recolectar datos sobre la estabilidad aerodinámica y perfeccionar maniobras de reentrada, todas necesarias para el objetivo final: vuelos regulares a Marte.
Aunque Starship alcanzó una altitud suborbital, el vuelo no cruzó la línea de Kármán, el umbral de los 100 km que marca el inicio del espacio.
Sin embargo, SpaceX considera este despegue un paso significativo hacia misiones más ambiciosas. La primera etapa del cohete, llamada Super Heavy, fue diseñada para regresar a la Tierra y ser reutilizada, tecnología que promete reducir costos en futuras misiones espaciales.
Entre los asistentes al lanzamiento destacó el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, cuya campaña fue respaldada por Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX.
Este evento no solo refuerza el protagonismo tecnológico de la región, sino también su relevancia política, mientras SpaceX avanza hacia un futuro que podría revolucionar los viajes espaciales y abrir la puerta a colonias humanas en Marte.