Américo Villarreal Anaya se pronunció como nuevo gobernador de Tamaulipas ante su pueblo esta mañana.
En el Recinto Ferial de la Unidad Gubernamental Parque Bicentenario, el titular del Estado se pronunció ante más de cinco mil invitados, entre ellos, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández en representación del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el canciller Marcelo Ebrard y el gobernador del estado vecino de Nuevo León, Samuel García.
Agradeció a su esposa María, a sus hijos y familiares el apoyo otorgado durante su campaña electoral y a la llegada al puesto. A su vez, indicó como el gobierno de la transformación en Tamaulipas es una realidad, después de años bajo el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Y el Partido Acción Nacional (PAN).
Recordó como su padre Américo Villarreal Guerra, también ex gobernador del Estado, se dedicó en vida y obra al bienestar de los tamaulipecos, siguiendo su ejemplo a partir de ahora.
Dedicaré como él lo hizo, cada minuto cada hora, cada tiempo de mi vida, en la misión de engrandecer a Tamaulipas.
A su vez, protestó ante los asistentes como gobernador, prometiéndose ante el pueblo para hacer "cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la propia del Estado y las leyes que de aquella emanen", indicando que si así no lo hiciere, que el mismo gobierno, el Estado y el pueblo lo demande.
Prometió cuidar los diversos aspectos de la región como lo es la educación, la cultura, la seguridad, el comercio, el campo, las obras públicas, el medio ambiente y el bienestar social.
Agradeció el respaldo del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, indicando luchar a la par del gobierno federal para la regeneración de la vida pública y a la noble causa de servir a la nación.
Por el bien de todos primeros los pobres, aseguró el nuevo gobernador de Tamaulipas.
Afirmó como la transformación requiere la prioridad de la seguridad. empezando con la depuración de las corporaciones, además de la creación de la Guardia Estatal, institución que respetará el uso de la fuerza y los derechos humanos.
Nunca más un cuerpo de seguridad será utilizado para persecuciones políticas, para despojarlo de sus bienes o para reprimir gente inocente
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