El pasado sábado 9 de agosto, una fiesta temática dentro de La Casa de los Famosos México se tornó tensa y polémica tras una broma que terminó lastimando al exfutbolista Aldo de Nigris. Durante la celebración, Facundo, reconocido conductor y participante del reality, retiró de manera inesperada un tapete justo cuando Aldo bailaba, lo que provocó que el exdeportista cayera de forma aparatosa al suelo.
Las cámaras captaron el momento que rápidamente se viralizó en redes sociales, generando una ola de reacciones entre seguidores y usuarios que expresaron preocupación por la integridad de Aldo y criticaron la acción de Facundo.
Aldo de Nigris rompe el silencio y admite dolor
En privado, Aldo reconoció que la broma le causó molestias físicas.
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Siento que la ‘broma’ de Facundo sí estuvo de más, me duele demasiado el brazo, casi no puedo apoyarlo, pero, bueno, es parte de su contenido. Yo jamás pondría en riesgo a nadie de esa forma.
La polémica escaló cuando Poncho de Nigris, empresario y tío de Aldo, se pronunció públicamente en redes sociales para expresar su apoyo y desaprobación. A través de su cuenta de X, lanzó mensajes contundentes dirigidos a Facundo:
Muy ardilla el Facundo. Eso no se hace, con el bebé no, perro. Me dolió porque me hubiera gustado estar ahí para decirle… no te pases de v..ga. Nada más con el chavo.
Reacciones divididas en redes sociales
El incidente provocó un intenso debate en plataformas digitales. Muchos usuarios expresaron solidaridad con Aldo y apoyaron las palabras de Poncho, resaltando la actitud conciliadora del exfutbolista y cuestionando la confianza necesaria para bromas de ese tipo.
Por el momento, la producción de La Casa de los Famosos México no ha anunciado medidas específicas o sanciones relacionadas con el suceso, pero la comunidad digital permanece atenta ante cualquier pronunciamiento.
Este tipo de situaciones podrían modificar la dinámica dentro del programa, generando nuevas tensiones o reconciliaciones entre los participantes.
El episodio no solo ha servido para evidenciar los límites entre la diversión y el respeto, sino también para recordar que la convivencia en un reality exige responsabilidad y consideración, más allá del entretenimiento.