Lo que parecía una tarde tranquila de compras para Jennifer López terminó convirtiéndose en una anécdota digna de una comedia de enredos.
La cantante y actriz, de 56 años, aprovechaba su tiempo libre antes de su presentación en el Yenikapi Festival Park para recorrer las boutiques de lujo en el exclusivo centro comercial Istinye Park.
Su itinerario se topó con un giro inesperado al intentar entrar a la tienda Chanel. Según testigos, el guardia de seguridad le impidió el paso con un simple: “Estamos llenos”.
Sin mostrar molestia, JLo respondió: “Ok, no hay problema”, y continuó su camino acompañada de su equipo y personal de seguridad.
Compras sin Chanel, pero con estilo
Lejos de dejar que el episodio afectara su ánimo, la intérprete de 'On the Floor' decidió visitar otras boutiques cercanas como Celine y Beymen, donde, de acuerdo con medios locales, habría gastado miles de dólares en su selección de moda.
Vestía un conjunto rosa compuesto por short y camisa oversized, complementado con gafas a juego, atrayendo miradas por su estilo y actitud relajada.
Chanel se disculpa… y JLo dice que no
La historia no terminó ahí, minutos después, personal de Chanel se dio cuenta de que el guardia no había reconocido a la superestrella y trató de enmendar la situación.
La invitaron nuevamente a entrar, explicándole el malentendido. Sin embargo, Jennifer declinó la oferta con la misma cordialidad con la que se había retirado: no hubo escenas, solo una negativa elegante.
No se sabe si la decisión se debió a que tenía el tiempo contado antes de los preparativos para su show o si simplemente disfrutó el placer de decir “no” en una situación que bien podría inspirar una escena cinematográfica.
En cualquier caso, la anécdota demuestra que incluso las estrellas más reconocidas pueden vivir momentos inesperados… y que a veces, la mejor respuesta es retirarse con una sonrisa.