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Padres de Abelito lo sostuvieron con una tiendita donde vendían jugos y chocomiles

A pesar de los desafíos económicos, sus padres enfatizan que su verdadera riqueza siempre fue el amor y la unión familiar

Escrito en ESCENA el

Abelito, participante destacado de la tercera temporada de La Casa de los Famosos México, no solo ha conquistado al público con su carisma y sentido del humor, sino que también carga consigo una historia de superación y esfuerzo familiar que marcó su formación desde pequeño.

Proveniente de una familia donde los valores del trabajo, la unión y la perseverancia fueron pilares fundamentales, Abelito creció acompañado por sus padres, Cristina Romero Álvarez y Abel Sáenz Martínez, quienes recuerdan con orgullo cómo lograron sacarlo adelante, a pesar de las limitaciones económicas.

La base de su sustento fue una pequeña tiendita familiar, donde vendían jugos y chocomiles. Este negocio no solo representó ingresos, sino también la oportunidad de costear la educación de su hijo y abrirle camino hacia nuevas oportunidades.

No teníamos grandes recursos, pero sí mucho amor y unidad familiar, eso siempre quisimos transmitirle a Abelito.

El padre de Abelito, por su parte, trabajó durante 15 años en un circo, entreteniendo al público y llevando a su hijo en algunas ocasiones.

En esas presentaciones, ambos actuaban como payasos, y Abelito era conocido como “Frijolito”. Estas experiencias tempranas no solo cultivaron su personalidad extrovertida y su sentido del humor, sino que también consolidaron valores como el esfuerzo, la pasión por la comedia y la disciplina artística.

La historia de Abelito es un ejemplo de superación familiar, de la tiendita que sostenía a la familia, pasando por las carpas del circo, hasta convertirse en un creador de contenido y figura del reality, cada etapa forjó su carácter y talento.

Sus padres destacan que la verdadera riqueza de su familia siempre se midió en amor y unidad, más que en bienes materiales, un valor que han inculcado profundamente en su hijo.

Hoy, esos orígenes humildes y llenos de humor explican por qué Abelito se ha ganado el corazón de la audiencia.

Su historia no solo resuena entre sus seguidores, sino que también refleja la fuerza de una familia que, desde los jugos y chocomiles hasta las funciones circenses, construyó los cimientos del éxito y la personalidad de un joven que ahora brilla en la pantalla nacional.