Si creciste viendo El Chavo del 8, seguramente recuerdas aquella escena en la que, al vivir un susto o una emoción fuerte, el Chavo se quedaba inmóvil, con los ojos abiertos y los brazos rígidos, mientras los demás personajes gritaban:
“¡Le dio la garrotera!”
Lo que parecía una creación meramente cómica tiene, en realidad, un origen médico auténtico.
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La catalepsia: el trastorno detrás del chiste
La “garrotera” que afectaba al Chavo está inspirada en la catalepsia, una condición neurológica poco común que puede provocar:
- Rigidez muscular
- Pérdida de sensibilidad
- Inmovilidad aparente
¿A quiénes puede afectar?
La catalepsia es poco común, pero puede afectar a personas con:
- Predisposición genética a enfermedades neurológicas o psiquiátricas
- Adultos jóvenes o mayores, dependiendo del trastorno subyacente (ej. Parkinson o epilepsia)
- Personas bajo alto estrés emocional o físico
- Pacientes que consumen ciertos medicamentos antipsicóticos o ansiolíticos
Respuesta muy limitada a estímulos externos
Este estado puede durar desde minutos hasta horas y suele estar vinculado con enfermedades como la epilepsia, el Parkinson o ciertos trastornos psiquiátricos.
En algunos casos extremos, la catalepsia fue confundida históricamente con la muerte, lo que dio origen a leyendas de personas "enterradas vivas".
Chespirito y su genial adaptación cómica
Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito, tomó esta extraña condición y la convirtió en una herramienta humorística única para El Chavo del 8. En el universo de la vecindad, la "cura" era simple y eficaz: un salpicón de agua en la cara, lo cual servía para “despertar” al personaje y arrancar las risas del público.
Este recurso no solo entretenía, sino que también mostraba cómo la comedia puede encontrar inspiración en lo inesperado, incluso en condiciones médicas.
Lo que parecía una exageración cómica sin sentido, era en realidad una sátira inteligente de una condición real. La “garrotera” del Chavo del 8 no solo quedó grabada en la memoria colectiva por su humor, sino también como un ejemplo del talento de Chespirito para mezclar la realidad con la comedia de forma única y entrañable.