El tiempo no perdona, y menos cuando la memoria se ancla en rostros infantiles que alguna vez parecieron sacados de una postal.
En este Día del Niño, hacemos una revisión sobre aquellos personajes públicos que, pese a seguir con un gran talento, su apariencia infantil era muy diferente y han atravesado transformaciones físicas que los alejaron de aquella imagen que muchos recuerdan.
Artistas mexicanos que de niños eran muy bonitos
Uno de los ejemplos más notables es Luis Felipe Tovar, actor galardonado con múltiples premios Ariel. Su destreza actoral sigue vigente, pero el tiempo ha sido menos amable con su físico.
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De facciones armoniosas en sus años mozos, hoy su imagen ha envejecido con dureza, dejando atrás el encanto que alguna vez acompañó su mirada expresiva en “El callejón de los milagros”.
Por otro lado, Luis de Alba, leyenda viva del humor nacional, encarnó a personajes icónicos como "El Pirrurris". Aunque su talento cómico sigue siendo innegable, el paso de los años le ha restado esa presencia que tenía frente a cámaras.
Su imagen actual dista mucho del pequeño niño cantor que alguna vez entretuvo a millones.
También está Héctor Jiménez, quien alcanzó fama internacional con su peculiar fisonomía.
A pesar de su éxito en películas como Nacho Libre, su transformación física ha sido llamativa, y no precisamente para bien, según el juicio de algunos fanáticos.
En el terreno digital, Chaparro Chuacheneger alcanzó popularidad con su humor espontáneo y aspecto simpático, pero hoy su expresión luce más deslucida y cansada, reflejando quizás el desgaste del personaje viral.
El 'Chaparro' obtuvo gran fama gracias a las redes sociales y él mismo ha subido fotos de cuando era apenas un pequeño infante que con los años fue madurando hasta adquirir el éxito digital que hasta ahora posee.
Finalmente, Cristian Castro, quien de niño tenía un porte angelical, hoy luce irreconocible con sus constantes cambios de look y decisiones estilísticas polémicas, pero sigue teniendo una voz única.
Así, este Día del Niño nos deja una reflexión: no todos los famosos conservan el fulgor con el que comenzaron. En muchos casos, la belleza infantil al olvido es una ruta inevitable que ni la fama puede desviar, pero eso sí, siguen conservando un talento inigualable que sigue creciendo con el paso de los años.