Alma Muriel del Sordo fue sin duda una primera actriz reconocida por su gran talento, con gran versatilidad a la hora de interpretar y transmitir sentimientos a través de la actuación.
La antagonista de 'El Extraño Retorno de Diana Salazar' cosechó éxito tras éxito principalmente entre los años 80 y 90, consagrándose como una de las actrices más queridas en México.
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Desde los 16 años su belleza la llevó a debutar como modelo en la empresa Telesistema Mexicano y Más tarde, en los años 60, debutó en el cine en cinas como 'Confesiones de una adolescente' y 'Porque nací mujer', sin embargo, fue en la película 'Mecánica nacional' cuando obtuvo su primer protagónico.
Pese a haber cosechado grades éxitos a lo largo de su carrera, no todo fue color de rosa, pues pese a su gran éxito en la industria del entretenimiento, sus últimos días los vivió con el corazón roto.
La trágica vida amorosa de Alma Muriel
En 1968, poco después de incursionar en el mundo de la pantalla grande, Alma se casó con Sergio Romo, con quien tuvo un hijo: Sergio Romo Muriel, quien actualmente es un importante publicista.
Su matrimonio con Romo no duró mucho tiempo, pues en 1972 se divorció a la edad de 21 años, sin embargo, no le cerró las puertas al amor, pues al poco tiempo comenzó un romance con el actor chileno Ricardo Cortés, padre de las reconocidas actrices Laura y Lolita Cortés.
Fruto de la relación con Ricardo, nació su hija Liza, sin embargo, para 1980 terminaron, y años después inició un polémico romance con José María Napoleón, con quien engendró un hijo el cual perdió, lo cual la sumergió en una profunda depresión que resultó en una ruptura.
Tiempo después, Alma Muriel tuvo un noviazgo de cuatro años con el reconocido actor Alejandro Camacho, sin embargo resultó en otra decepción amorosa, pues él le fue infiel con la actriz Rebeca Jones.
Fue entonces cuando Muriel decidió cerrarle las puertas al amor para no volver a relacionarse con hombres del mundo del espectáculo.
Las personas que fueron cercanas a Alma Muriel aseguran que la actriz vivió sus últimos años con el corazón roto, pues el 5 de enero del 2014, la actriz murió de un infarto al corazón en su casa en Playa del Carmen.