Jesús Daniel Arellano Hernández está escribiendo una historia que inspira en el ciclismo local y nacional. “He estado en la bici toda mi vida, desde los tres años”, comenta el célebre ciclista, apodado “El Cabrito”, a El Mañana.
A la edad de 12 años, Arellano Hernández tuvo la oportunidad de acudir a su primera Olimpiada Nacional de la Conade 2025, en la prueba de duatlón, que se celebró en junio pasado en la ciudad de Mérida, Yucatán, donde consiguió ubicarse entre los 10 mejores de la categoría Infantil Menor Varonil (12-13 años).
El primer semestre ha sido de mucho provecho para “El Cabrito”, al quedar campeón en la Etapa Estatal de la Olimpiada de Duatlón en Ciudad Victoria, así como en el Macro Regional en Madero y obteniendo el lugar 7 a nivel nacional en Mérida.
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Además, no conforme con eso, conquistó un primer lugar en el Campeonato Estatal de Ciclismo MTB y quedando en el lugar 50 de todo el país.
“La prueba nacional de duatlón fue dura, está en otro nivel”, reflexiona “El Cabrito”, quien pertenece a la Escuela de Triatlón de Nuevo Laredo que dirige el entrenador Sergio Hernández Bernal.
El duatleta, quien comenzó a competir después de la pandemia, agradece el apoyo incondicional que recibe de sus padres Jesús Antonio Arellano González y Daniela Hernández Ceniceros, así como de su hermana Dayana Jazmín (11 años), en cada una de sus carreras en las que participa.
“Ante la lejanía de algunas competencias, siempre trato de dar el máximo en la pista y de alguna forma compensar el esfuerzo que hacen mis padres con los gastos del viaje”, señala.
“El Cabrito”, quien también representa al equipo Rayos Suterm, dijo que antes de dedicarse por completo al ciclismo, practicó otros deportes como futbol, basquetbol, natación, taekwondo y ruta de running.
Revela que Jesús Antonio Arellano González, su padre y entrenador al mismo tiempo, fue quien lo inspiró a tomar la bicicleta desde temprana edad.
“En los entrenamientos, él siempre me exige y eso es lo que me gusta. Cuando llega la hora de competir siempre me insiste en que me divierta, que no me estrese y que disfrute cada carrera”, agrega.
Sus lugares de entrenamiento suelen ser la Unidad Deportiva Benito Juárez y las inmediaciones del Centro Cultural, entre 1 y 2 horas.
“Cuando no le doy a la bicicleta, me estreso, me desespero y tengo que hacer algún deporte, con el fin de estar activo”, subraya.
El ciclista neolaredense sueña llegar lejos en el ciclismo.
“Mi sueño es llegar a competir en un campeonato mundial; ganar los Juegos Olímpicos, es la meta”, refiere.