La noticia trágica de la boxeadora Jeanette Zacarías, quien perdiera la vida en su encuentro contra la canadiense Marie Pier Houle, conmocionó a toda la sociedad mexicana. Así como ella, muchos boxeadores encontraron la muerte en el ring, ya sea por nocaut o por las secuelas de una pelea aguerrida.
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Pedro “El Rockero” Alcázar
En 2002 el panameño Pedro Alcazár, campeón de la categoría super mosca, se enfrentó a su rival Fernando Montiel en Las Vegas. Tras un encuentro de 12 rounds, el también conocido como "el rockero" perdió su encuentro y con ello el campeonato.
Luego de una revisión médica, se le diagnosticó sano y lo dejaron ir. Sin embargo, 24 horas después de la pelea, Pedro Alcazar se desplomó en su hotel, siendo llevado de urgencias al hospital y muriendo por las secuelas de los golpes.
Pedro se convirtió en el primer púgil que falleció luego de varias horas posteriores a su competencia. Debido a este caso, las organizaciones han aumentado las evaluaciones médicas hasta 48 horas después de encuentro de boxeo entre ambos atletas.
Duk Koo-Kim
El surcoreano Duk Koo-Kim se enfrentó en un encuentro soñado contra Ray Mancini por el campeonato mundial de pesos ligeros en 1982. El historial de 12 victorias, un empate y una derrota le permitieron competir en Las Vegas, confiado en su talento y pericia.
Durante 14 rounds ambos peladores aguantaron golpe tras golpe, sin embargo, un derechazo de Mancini acabó con la ilusión de Koo-kim y con ello su vida, al caer en coma y perecer 4 días después en el hospital Desert Springs.
El fatal encuentro dispuso nuevas medidas en los futuros encuentros pugilísticos, reduciendo los rounds de 15 a 12, para evitar muertes como esta.
Billy Collins Jr.
Billy Collins Jr fue protagonista de la llamada "pelea más sucia de la historia", la cual acabó con su carrera y con su vida.
La joven promesa se enfrentó al puertorriqueño Luis Resto en la previa por el título de mediano ligero entre Roberto Durán y Davey Moore. Todos los marcadores y apuestas apuntaban a la victoria de Collins, pero, una jugada sucia por parte de Resto le quitaría las posibilidades de seguir peleando para siempre.
El contrincante agregó un vendaje de yeso debajo de guante, poniendo dureza y peso a sus golpes. Con la cara completamente deformada, Billy perdió el encuentro.
Tiempo después la Comisión Boxeo del Estado de Nueva York confirmó el sabotaje en los vendajes de Luis Resto, quitándole la victoria y dándosela a Collins, pero el daño estaba hecho. Su iris desgarrado lo dejó con la visión borrosa y sin posibilidad de seguir peleando.
9 meses después de la pelea, Billy Collins cayó en el alcoholismo, su esposa lo dejó junto con su hija; en 1984, murió en un accidente automovilístico cerca de su hogar.
A pesar de no haber muerto directamente por la pelea, el box le fue arrebatado y con ello las ganas de vivir a sus 22 años.
Becky Zerlentes
La boxeadora Jeanette Zacarías compartió el mismo destinó fatídico que su homóloga, la peleadora Necky Zerlenetes. En un combate de aficionados por los "guantes de oro" en 2005, Zerlentes perdió por nocaut cayendo a la lona por su competidora Hether Schmitz.
Fue en el tercer asalto del encuentro en el que Becky Zerlentes cayo en el ring; tras varios intentos por reanimarla, la pugilista murió horas después en el hospital. La boxeadora tenía en su haber 6 combates ganados y 4 perdidos.
Sin duda la muerte de Jeanette Zacarías pone en tela de juicio nuevamente el deporte practicado por los boxeadores. La muerte en una pelea por nocaut sigue siendo una gran posibilidad en el intercambio de golpes durante un encuentro.
Jesús García