El Día de los Santos Inocentes conmemora un pasaje del Evangelio de Mateo que narra la orden del rey Herodes de eliminar a los niños pequeños en Belén para evitar la llegada de un nuevo gobernante.
Este hecho, situado en los primeros años de nuestra era, no ofrece cifras concretas en los textos bíblicos, lo que ha dado pie a debates históricos, interpretaciones religiosas y estimaciones académicas que buscan aproximarse a la magnitud real de la tragedia.
Día de los Santos Inocentes
Los estudiosos coinciden en que la ausencia de un número exacto no es casual. Los evangelios se centran en el significado del suceso más que en su dimensión estadística. Sin embargo, a partir de datos demográficos, arqueológicos y sociales, los investigadores han intentado calcular cuántos niños pudieron haber perdido la vida en aquel contexto.
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Belén, en ese periodo, era una comunidad reducida. Diversas investigaciones sitúan su población total entre algunos cientos de habitantes. Considerando las tasas de natalidad de la antigüedad y el alto índice de mortalidad infantil, los cálculos más aceptados indican que los varones menores de dos años habrían sido pocos. La mayoría de las proyecciones actuales ubican la cifra entre diez y veinticinco menores, con un promedio cercano a la veintena.
Este rango ayuda a explicar por qué el episodio no aparece registrado en otras crónicas antiguas. Historiadores como Flavio Josefo detallaron numerosas decisiones crueles de Herodes, pero un evento de escala limitada en una aldea pequeña pudo no haber sido considerado relevante para los registros políticos de la época.
Con el paso de los siglos, surgieron versiones que multiplicaron de forma considerable el número de víctimas. Algunas tradiciones religiosas posteriores mencionan miles de niños, cifras que hoy se entienden como expresiones simbólicas destinadas a resaltar el sufrimiento y el martirio, más que como datos verificables.
Número desconocido
Aunque el número exacto sigue desconocido, el consenso histórico señala una cifra reducida pero profundamente dolorosa.
Fuera de ser un día dedicado a las bromas, el Día de los Santos Inocentes sigue siendo una fecha que invita a reflexionar sobre los abusos del poder y la memoria de las víctimas más vulnerables.
