HISTORIA

General Brigadier Joaquín Téllez llega en 1913 a Nuevo Laredo

El general llegó con más de mil 500 soldados y columnas de las tres armas: caballería, infantería y artillería

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El General Brigadier Joaquín Téllez llegó a Nuevo Laredo el 19 de junio de 1913 con más de mil 500 soldados y poderosas columnas de las tres armas: caballería, infantería y artillería, informó Raymundo Ríos Mayo, presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo.

“Previamente habían luchado contra 4 mil hombres constitucionalistas en Estación Rodríguez, Nuevo León, en vista de que Monterrey estaba siendo amenazada seriamente, se dio la orden para que todo el personal se trasladara a la capital de Nuevo León, quedando Nuevo Laredo guarnecida con la “Brigada Guardiola”, dijo.

Téllez, quien nació en la Ciudad de México en 1861 y falleció el 2 de marzo de 1929, el militar participó en la guerra yaqui en abril de 1911 y fue ascendido a general brigadier en premio a su lucha contra los maderistas en Chihuahua y apoyó al gobierno de Victoriano Huerta.

En la época revolucionaria la columna era de poco más de 500 hombres, el escuadrón de Artillería “Fernández”, al mando de los capitanes Primeros José Fernández y José Reyes Macías.

“Estaban algunos elementos de la Guardia Nacional y miembros de la Defensa Social, que en conjunto harían un total de poco más de 800 hombres”, contó.

Para el 30 de diciembre destacaron los carrancistas de cuatro a seiscientos hombres rumbo a Estación Rodríguez, Huizachito, Camarón y Jarita con el objeto de cerrar la vía ferroviaria a la columna del general Teodoro Quintana, que había salido de Monterrey en persecución del desertor Federico Montes, a quien no se le pudo dar alcance.

“Los revolucionarios trataban de interrumpir la marcha de la columna, se presentaron frente a Estación Rodríguez siendo rechazados, el tren militar pasó hacia Huizachitos y Jarita, donde combatió y logró pasar”, manifestó Ríos Mayo.

Al día siguiente las bandas militares y municipal recorrieron la ciudad seguidas del vecindario que entusiasmados gritaban y “lanzaban mueras a los traidores y vivas al Ejército, al Presidente de la República y a los generales Quintana y Guardiola, que se hallaban en los balcones del casino Laredense”.