Escritores y poetas de ambos Laredos, comparten hoy su ingenio plasmado en las tradicionales Calaveras Literarias.
Con este motivo, realizaron una visita especial al Panteón Antiguo Municipal, para inspirarse en la redacción de sus calaveritas. Inspirados en la comunidad artística y cultural de ambos lados del río Bravo, así como en figuras de la sociedad y hasta la política, este 1 y 2 de noviembre en el marco de la celebración del Día de Muertos, los escritores dedicarán estas composiciones literarias para unirse a la conmemoración.
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ATARDECERES DE FIESTA EN LA FRONTERA , por Reina Chávez
En un cielo colorido
de amarillo violeta y rosácea
se encuentra yaciendo
la gente en la plaza.
La catrina se viste de gala
se aproxima su celebración
donde empresas, alguna escuela,
y diferentes ramas artísticas
otorgan su mejor participación.
La alcaldesa da la bienvenida
para toda la comunidad.
Pero la flaca
se la quiere llevar
al camposanto
a realzar el lugar
a todo lo alto.
La alcaldesa invita a la parca
a un recorrido
donde la premian
con un buen curtido
sabe que a la calaca
la cautivarán
los sabores
de todo lo que dan
le ofrecen cerveza
con los bazaristas locales
le bailan una danza
una polka
y prueba la variedad
de tamales, taquitos,
champurrado y panes.
La garbanceraqueda
más que satisfecha
decide quedarse
sin hacer brecha
y ser el máximo jurado
bajo los atardeceres
de Nuevo Laredo
para esa noche de cosecha.
EN LA ESTACIÓN, por Dora Alicia Cárdenas
Vuelta loca la calavera
parada en la estación,
veía el tren de regreso
con las gordas de montón.
A estas pronto
me las jalo pa’l panteón
que ahí hagan su aquelarre
nadie las va a extrañar
y la calaca se las va a llevar.
ENTRISTECIDA, por Pili González de Cantú
La calaca un día lloraba,
lloraba con gran amargura,
¿por qué lloras tan desconsolada?
Tu llanto se escucha hasta la luna.
Es que se me olvidó una nota
en donde tenía el nombre escrito
de aquel que me tiene tan boba,
de aquel por quien tanto suspiro.
- Ayyyy –la calaca gritaba tan triste
-aaayyy– que me da un soponcio
de la fiesta te me escurriste
preferiste marcharte con tu socio.
Y la huesuda se fue llorando
lamentando su mala suerte
se retiró a su morada cantando
y ya en el panteón deseó su muerte.
BIENESTAR, por Annel García
Estaba la calaca sentada
en el Centro de Bienestar,
mirando su lista encantada,
pensando a quién va a llevar.
Niños, jóvenes y adultos,
por filas la ven pasar,
con su sonrisa traviesa
que a todos hace temblar.
La flaca muy concentrada
vio a muchas almas llegar,
y, en silencio se acercaba,
dispuesta a todos llevar.
Con su risa carcajeante,
la flaca empezó a bailar:
- ¡Ahora sí, el camposanto lo tengo que llenar!-.
Mas nunca imaginaba
que en el Bienestar
a tantas almas alegres
las iba a encontrar.
PILI, por Pati Garza de González
La calaca cruzó el río,
con su rebozo de viento,
buscando a Pili en la tierra
donde el arte es fundamento.
Busca a nuestra promotora,
la que en Laredo florece,
la que escribe de la luna
y a la cultura enriquece.
En el panteón la esperaban
flores, velas y papel,
pero Pili no llegaba
¡estaba en el Book Cafe!
Montando ideas brillantes,
con talleres y canción,
la huesuda se sentó
a escuchar su exposición.
Pili, mujer tan bonita,
de mirada como esfinge
ven al altar un ratito,
porque tu poema infringe.
Pero Pili respondió
con palabra y corazón:
¡Tengo ritmo, tengo rima,
y aún sigue la función!
La flaca se fue bailando
sigue colosal labor
por los rieles hacia el sur
busca otro panteón en flor.
Porque Pili, arte y alma,
es González de Cantú
Con sus libros y su Beto
¡ni la muerte la apagó!
