SALUD

Buscan identificar primeros signos de deterioro cognitivo de Alzheimer en personas con síndrome de Down

Universidad de Morelos evalúa a 12 personas que sufren síndrome de Down para detectar primeros los síntomas

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Con el objetivo de identificar los primeros signos de deterioro cognitivo relacionados con la enfermedad de Alzheimer en personas con síndrome de Down, el Centro de Investigación Transdisciplinario en Psicología de la Universidad Autónoma de Morelos, en coordinación con Pro Inclusión en Nuevo Laredo, evaluó a 12 personas de la localidad con esta condición, para de esta manera poder iniciar acciones en busca de contenerlo.

Alejandra Nebaí Flores Alonso, maestra en Neuropsicología y responsable del estudio, explica que la línea de investigación busca los “marcadores neurobiológicos de deterioro cognoscitivo”, que actúan como “focos rojos” que alertan sobre el inicio del Alzheimer.

“El objetivo es dar información clara a las familias sobre cómo se ve este deterioro y qué características tiene, para que puedan actuar a tiempo. La enfermedad de Alzheimer no se puede detener, pero sí contener”, señaló la investigadora.

La relevancia de este trabajo radica en el aumento en la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down. Hace 70 años vivían en promedio nueve años; hoy, superan los 60. Sin embargo, con esta longevidad surge un desafío crítico: presentan un riesgo muy elevado de desarrollar Alzheimer a edades tempranas.

“Mientras que la población normo típica suele comenzar con el deterioro después de los 65 años, en las personas con síndrome de Down el deterioro cognitivo parece comenzar a partir de los 35, y la demencia puede estar instaurada unos 10 años antes que en el resto de la población”, detalló Flores Alonso.

El problema, subraya, es que en México no se sabe con precisión cómo comienza este proceso en la población con síndrome de Down, ni si sus características son similares a las de otros países.

“Carecemos mucho de esta investigación a nivel nacional”, afirmó. La investigación evalúa a personas con síndrome de Down en un rango de edad muy amplio, desde los 10 hasta los 70 años. Hasta el momento, se han evaluado alrededor de 60 personas, pero se hace una invitación urgente a adultos mayores de 30 años a participar.

“Buscamos sobre todo personas mayores de 30 años que estén verbalizadas, que puedan hacer una frase de dos palabras, que tengan síndrome de Down y que tengan ganas de participar”, explicó la especialista. Las evaluaciones se realizan en Cuernavaca, Ciudad de México y otros lugares del país.

Flores Alonso destacó que el fin último de la investigación es “mantener la funcionalidad e independencia de las personas con síndrome de Down una mayor cantidad de tiempo”.

Una detección temprana permite implementar medidas farmacológicas y no farmacológicas, como la terapia neuropsicológica, para frenar el avance del deterioro.

“Mientras más pronto se detecte que ya comenzó ese deterioro, se pueden tomar medidas para que el cerebro no vaya en picada”, recalcó.

En su intervención Martha Luján, presidenta de Pro Inclusión y madre de un niño de 12 años con síndrome de Down y quien facilitó una conferencia de la investigadora, comentó “para mí estos días han sido agridulces. Agradezco escuchar a una profesional tan comprometida, pero como mamá es un tema que impacta. Lo valioso es monitorear a nuestros hijos desde pequeños, estar atentos a su comportamiento, pensamiento, sueño y alimentación, para detectar cambios sorpresivos”.

La participación de especialistas para la realización de estos eventos, ha sido crucial para crear vínculos.

“Fue importante traerla. El que una profesional con mucha experiencia en personas con síndrome de Down se esté dedicando a esto es invaluable”, afirmó Luján, destacando que en una de estas conferencias participaron más de 70 personas, entre familias y estudiantes universitarios.

Esta investigación no solo representa un avance científico significativo, sino una herramienta de esperanza y acción para las familias mexicanas.

Al identificar los “focos rojos” del deterioro cognitivo, se busca no solo entender el proceso de envejecimiento, sino también brindar la oportunidad de intervenir a tiempo, preservando la calidad de vida de las personas con síndrome de Down y la de sus familias.