EDUCACIÓN

Nunca es tarde para estudiar; se gradúa de primaria a los 62 años de edad

Seis estudiantes terminaron su escuela en ‘La Nocturna’; El esfuerzo y la dedicación de seis alumnos rindieron frutos y concluyeron su primaria

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La edad no es un impedimento para decidirse a continuar estudiando y así quedó demostrado por la señora Martiniana Sánchez, de 62 años, quien el fin de semana obtuvo su certificado de primaria, al formar parte de los seis egresados de la generación 2018- 2014 de la Escuela Miguel F. Martínez nocturna.

“Me siento muy bien y agradecida porque a pesar de mi edad, pude terminar la primaria gracias a la directora y a mis hijos que me motivaron; aquí estuve dos años, yo sí había estudiado la primaria, pero por una razón no pude tener mi certificado y el estar aquí me sirvió de repaso y ahora ya tengo mi certificado”, expresó.

Martiniana Sánchez, de 62 años, está orgullosa de sus logros.

Dirigida a jóvenes mayores de 15 años, personas adultas y trabajadores, la escuela nocturna de la Miguel F. Martínez, continúa brindando este servicio a la comunidad de Nuevo Laredo que desea concluir sus estudios de nivel primaria.

En una sencilla, pero emotiva ceremonia de graduación, dedicada a la maestra María Herminia Rangel González, madrina de la generación y amenizada por integrantes del grupo de danza Telpochcalli de la Secundaria 10, los alumnos recibieron de forma imbólica el certificado de estudios.

Fueron seis estudiantes, quienes terminaron su escuela en ‘La Nocturna’.

El evento se llevó a cabo en las instalaciones de la institución, ante la presencia de los familiares de los graduados, invitados de honor, personal docente y autoridades educativas, como el supervisor de la Zona Escolar 121, Julián Juárez García; el supervisor de la Zona Escolar 123, Sebastián Martínez de la Rosa; la profesora María Herminia Rangel González; asesores técnicos pedagógicos y la anfitriona, Noemí Díaz González, directora de la Escuela Miguel F. Martínez nocturna, quien dedicó unas palabras de despedida a los egresados. Alberto García Cruz, de 50 años, pudo compaginar el trabajo con las clases, para lograr su objetivo de concluir la primaria, impulsado y motivado por sus hijos y esposa.

“Yo entré en sexto grado, de niño me había quedado en quinto y apenas logré acabar la primaria, trabajo en una paletería de aquí del Centro y saliendo venía a la escuela de 8:00 a 9:00 de la noche todos los días, me gustaría si se da la oportunidad, de estudiar la secundaria”, manifestó