CULTURA

¿Es cierto que podemos tragar arañas mientras dormimos?

El temor se originó a partir de una creencia popular, pero ¿es posible que un insecto se introduzca en nuestra boca?

¿Nos podemos tragar una araña mientras dormimos?
¿Nos podemos tragar una araña mientras dormimos?
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Hay una creencia popular que dice “nos tragamos ocho arañas al año mientras dormimos” y a más de una persona le ha causado pavor o miedo mientras descansan, pero ¿es real que esto puede suceder?

Realmente es muy poco posible e incluso casi imposible que te tragues una araña mientras duermes. Principalmente porque el insecto nos percibe demasiado grandes y “les damos miedo” o hasta indiferencia. Al no ser considerados como sus presas naturales, los arácnidos deciden no atacar aunque estemos indefensos. 

Por otro lado, aunque el cuerpo entre en un modo de descanso, en el cual las frecuencias bajan, hay sonidos que alejan a las arañas. El respirar, los latidos del corazón e incluso roncar son manifestaciones que no les gustan a las arañas, según reporta la publicación Britannica. 

Asimismo, el cuerpo humano sigue en labores mientras descansamos. Por lo que un contacto con una araña rápidamente despertaría a los sentidos. De igual manera, poder tragar algo en una posición horizontal es cuando menos incómodo.

La naturaleza de las arañas las hace elegir lugares oscuros, secos, rincones o espacios donde haya cierta tranquilidad. La boca del humano es todo lo contrario: es un espacio húmedo, con ruido natural y más. Por esto, de todas las ubicaciones donde una araña puede estar, la boca de un humano es uno de los más lejanos a ser elegidos. 

“Las posibilidades son bajas, pero nunca cero”, dicta otra frase popular. Y es verdad al menos en el caso de las arañas. Aunque quedó desmentido que comemos ocho arácnidos al año, puede suceder una situación extraordinaria. Una de estas puede ser que el insecto esté en el techo y caiga directamente hacia la boca, lo cual es muy poco probable. 

"Nos tragamos ocho arañas al año mientras dormimos", este dicho popular es totalmente exagerado y el porcentaje que te suceda es simplemente escaso e insignificante. ¡Así que puedes dormir tranquilamente!