Los tulipanes fueron 'descubiertos' en las Américas y llevados en forma de bulbo hasta Holanda y las demás partes de Europa, las personas estaban tan ensimismadas con estos hermosos bulbos que llegaron a pagar cantidades absurdas por ellos.
Así es como se desarrolló la primera historia de especulación económica, un segmento de la historia de la humanidad que será recordada por haber creado una burbuja económica que llevo a la bancarrota a varios; mientras que a otros los volvió millonarios de la noche a la mañana.
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Los bulbos de tulipanes se volvieron el producto de moda en la Holanda del siglo XVII y las cantidades de dinero que circulaban en aquel entonces propiciaron que las personas fueran pagando más y más dinero por algunos productos que tenían gran demanda.
Los tulipanes, que hoy en día han quedado inmortalizados en un sinfín de jardines por toda Holanda, llegaron a las casas de empeño y se iban vendiendo al instante, luego esas personas los revendían, ganando incluso más dinero.
Las hermosas flores incluso llegaron a ofertarse mucho antes de llegar al suelo holandés, las personas entonces hacían compra ventas mucho antes de disponer de los bulbos físicamente, creando la especulación que se mencionó.
Un bulbo de tulipán llegaba a costar en la compra venta muchos florines, pero ahí fue cuando comenzó la vorágine que aniquiló este negocio y postró a muchas personas en una deuda impagable.
¿Cuál fue el precio más absurdo pagado por bulbos de tulipanes?
Unos huérfanos recibieron una herencia basada en seis bulbos de tulipanes, los que fueron vendidos en una subasta abierta y lograron ganar tanto dinero que no tuvieron que volver a trabajar en su vida, se volvieron millonarios.
¿A qué se parece esta burbuja económica de los tulipanes a la actualidad que vivimos?
Hoy en día, se viven muchas burbujas económicas, mucho más en la actualidad tecnológica o digital que vivimos; una de ellas y de las más peligrosas es la de las criptomonedas.
Su valor no está bien regulado y se pueden llegar a pagar cantidades ridículas por ellas, situando a muchas personas dejando sus ahorros "reales" en estos productos "digitales" que no existen de forma tangible; existen, pues, por la mera especulación de su costo en el mercado.