HISTORIA

Se cumplen 109 años del incendio de Nuevo Laredo

El ejército de Victoriano Huerta decide dejar la plaza, pero antes, quema casas y edificios públicos, pero respeta las dos únicas iglesias que existían

Edificios y cobertores de ferrocarril y de la casa redonda, quedaron convertidas en escombros en 1914
Edificios y cobertores de ferrocarril y de la casa redonda, quedaron convertidas en escombros en 1914Créditos: Archivo General Juan E. Richer
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Este episodio en la historia local ocurrió hace 109 años en el contexto de la Revolución Mexicana en la que la disputa entre el ejército de Victoriano Huerta y el de Venustiano Carranza el 14 de abril de 1914 terminó con un gran incendio en Nuevo Laredo, informó Carlos Zúñiga, director del Archivo General del Municipio Juan E. Richer.

El incendio ocurrió en la parte final del movimiento armado, Nuevo Laredo figuraba como una aduana importante para el país en aquella época.

“Era necesario para los dos bandos apropiarse de la ciudad, se suponía el control del tráfico de armas, municiones y sobre todo la cuestión económica, en ese sentido Victoriano Huerta envía a su ejército a posesionarse de Nuevo Laredo”, contó Zúñiga.

A principios de 1914 en enero, el ejército huertista se establece en la localidad, sin embargo para el mes de abril el ejército de Venustiano Carranza estaba teniendo triunfos y avanzando, en la ciudad; el coronel Gustavo Guardiola y Aguirre estaba a cargo de la Guarnición de la Plaza.

“El último gran triunfo de Carranza fue cuando derrota al ejército de Huerta en Monterrey, ante eso el ejército de Huerta dice: ‘Los carrancistas ya vienen. Pero además con mucha fuerza’”, dijo Zúñiga.

Explicó que en la región de Tamaulipas y Coahuila había muchos adeptos a Venustiano Carranza Garza con un ejército fortalecido.

“Ante esa circunstancia, el ejército huertista recibe la instrucción de quemar Laredo antes de dejar la plaza, fue justamente cuando se dio el incendio de los principales edificios públicos y casas de algunas personas que simpatizaban con Venustiano Carranza”, manifestó.

Un asunto interesante es que la iglesia del Santo Niño y la primera iglesia Bautista que eran las únicas que existían entonces, las respetaron y no fueron quemadas a pesar de estar la presidencia municipal en contraesquina en calle Victoria y avenida Ocampo.

“Entre los edificios que quemaron está la presidencia municipal, el edificio de la aduana y la estación de ferrocarril que era de madera, tiempo después se construye la actual estación de ferrocarril. Me gustaría destacar el ímpetu de los neolaredenses de entonces para reconstruir la ciudad”, destacó.

Justo cuando estaba el conflicto muchos de los habitantes de Nuevo Laredo emigraron a Laredo, Texas, una vez que pasó el conflicto y pasó el incendio, ellos regresaron a reconstruir la ciudad y esta resurge.

“La ciudad había quedado devastada por las fuerzas huertistas; al regreso de los ciudadanos neolaredenses, propició que se reanudaran las actividades y se reconstruyeran los edificios y la ciudad continuó con su progreso”, finalizó Zúñiga.