TRADICIONES

¿Cuándo y cual es la mejor manera de decirle a tus pequeños que Santa Claus no existe?

Cómo contarle a tu hijo pequeño que Santa Claus no existe puede ser un tema delicado y depende en gran medida de tus propias creencias, valores familiares y la sensibilidad de tu hijo.

La ilusión de Santa Claus y la Navidad
La ilusión de Santa Claus y la NavidadCréditos: Freepik
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Decidir cuándo y cómo contarle a tu hijo pequeño que Santa Claus no existe puede ser un tema delicado y depende en gran medida de tus propias creencias, valores familiares y la sensibilidad de tu hijo.

Escoger este momento es complicado, por lo que debes ser cuidadoso para elegir el momento que consideres adecuado.

Decirle a tu hijo que Santa Claus No existe

Aquí tienes algunas sugerencias que podrían ayudarte:

Espera a que pregunten

Muchos niños empiezan a cuestionar la existencia de Santa Claus por sí mismos. En lugar de decirles activamente que no existe, podrías esperar hasta que te pregunten directamente. Cuando lo hagan, puedes ser honesto de una manera suave y considerada.

Hazlo gradualmente

Puedes introducir la idea de manera gradual sin necesidad de romper la fantasía por completo. Por ejemplo, puedes enfocarte en la magia de la temporada navideña, el espíritu de dar y compartir, más allá de la figura física de Santa Claus.

Hazlo especial

Si decides contarles sobre la no existencia de Santa Claus, asegúrate de hacerlo en un momento tranquilo y especial. Puedes explicarles que Santa Claus es una figura imaginaria que representa el espíritu navideño, la generosidad y el amor entre las personas.

Enfatiza los valores navideños

Aprovecha la oportunidad para destacar los valores y tradiciones navideñas que son importantes para tu familia, como pasar tiempo juntos, mostrar bondad y aprecio por los demás.

Respeta sus sentimientos

Reconoce y valida los sentimientos de tu hijo. Puede que estén decepcionados o tristes al principio, así que sé comprensivo y dispuesto a responder a sus preguntas.

Recuerda que cada familia es única, y lo que funcione para una puede no ser adecuado para otra. Lo más importante es abordar el tema con amor, empatía y respeto hacia la sensibilidad de tu hijo.