El pollo es una de las proteínas más compradas en México y alrededor del mundo, ya que este alimento ofrece una gama amplia de preparaciones. Es probable que al ir al supermercado podrás notar que los hay blancos y amarillos, ¿cuáles son las distinciones? También te puede interesar: esta es la mejor marca de cátsup, según Profeco.
De acuerdo con la científica Ana Cristina Barroeta, de la Universidad Autónoma de Barcelona, la diferencia de pieles en los pollos tiene que ver intrínsecamente con la alimentación del animal.
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El producto del ganado que tiene piel amarilla es principalmente porque comen alimentos con alta presencia de carotenoides. Estos son pigmentos presentes en zanahorias y maíz; como es sabido, este último es pieza fundamental de la alimentación de los pollos.
Por su parte, el pollo blanco no tiene dicha tonalidad debido a que su alimentación es distinta, menos apegada a las verduras previamente mencionadas; la alternativa pueden ser diversos tipos de granos. La alimentación del pollo no sólo influye en la carne, sino también en los huevos que ponen. En este proceso, las yemas también pueden tomar otro tipo de color.
¿Es más saludable uno que otro?
De acuerdo con las investigaciones, no existe una diferencia notable. Es decir, tanto pollo blanco como amarillo ofrecen las mismas propiedades nutrimentales, por lo que no debería ser un factor de compra decisivo.
Si bien hay una creencia que el pollo amarillo es más íntegro por contener carotenoides, lo cuales mejoran la salud ocular, la cantidad de este pigmento es muy baja como para significar una distinción; en dado caso, el huevo contiene más este compuesto químico. Por otro lado, aunque la piel del pollo responde a la alimentación que haya tenido en la granja, no es una prueba fidedigna de la crianza que haya tenido. Nuevamente, no hay divergencias notables.
La próxima vez que estés en el supermercado, recuerda que tanto el pollo blanco como amarillo te ofrecen bondades similares. Por lo que no debe ser un argumento único de selección.