Con talento y mucha creatividad, Israel de la Cruz convierte basura en obras de arte. Con ello busca también concientizar en la importancia de reciclar y ayudar a la conservación el medio ambiente.
El arte en reciclado llegó a la vida del creativo hace 10 años, sin imaginar que sólo sería el principio de una ventura y camino
exitoso en la escena plástica de la frontera.
“El reciclado es una cosa que me llevó a otra, por eso le tengo especial cariño. Ahora que tal vez me reconocen por hacer otro tipo de obras, pero el reciclado fue con lo que empecé; con las mariposas, con las piedras, hacer lámparas, esculturas, me permitió descubrir muchas cosas y técnicas y creo que la comunidad artística también me ubica por eso”, comentó De la Cruz.
“Desde muy pequeño siempre tuve inquietud por crear, por estar viendo qué es lo que se puede hacer con un frasco, con un zapato, con una caja y eso fue evolucionando, hasta la actualidad. Mis primeras intervenciones artísticas fueron con material reciclado, precisamente botellas de plástico, incluso piedras y cosas así. Fui creando y metiéndome en otras disciplinas o técnicas, pero el reciclado es con lo que yo empecé.
“El arte reciclado no es muy común aquí, en otras partes sí. Entonces comencé haciendo eso y fue parte de la novedad, incluso con eso hice hasta esculturas”, agregó.
“Todo lo de las piezas artísticas comenzó una vez que estaba en Chipinque, en Monterrey, y vi que estaban haciendo mariposas con material reciclado y me gustó tanto que dije que lo iba a hacer aquí. No sabía pintar, simplemente yo lo quería hacer; entonces vine, gasté unos 600 pesos en el material y me fue muy bien con las mariposas de plástico. Con el tiempo fui fusionando colores, haciendo mezclas, después haciendo dibujos en ellas.
“Fue como descubrir dentro de lo que estaba experimentando y empecé a hacer dibujos de personas, de retratos, de mascotas en ellas y descubrí que podía hacer esto, así como en otros materiales”, agregó.
Los materiales que utiliza van desde galones de plástico, papel, cartón, hielo seco, madera, entre muchos otros.
“Atrás de mi casa hay un terreno baldío y cuando necesito materiales para mis obras voy y busco ahí (risas), y los vecinos se me quedan viendo, ya saben que ando buscando algo para trabajar y me ven recoger materiales”, mencionó.
“La basura también es una forma de vivir, al principio alguien me dijo cuando pintaba piedras y platos, que por qué no hacía unos monederos tejidos de reciclado, pero yo con las piezas busco que tengan un uso, que la gente va a conservar, que no va a volver a la basura. Esto porque le dan un valor por lo estético y tiene su uso decorativo”, señaló.
“Esto también es parte del trabajo que podemos hacer por generar conciencia en las generaciones que vienen. Por ejemplo, yo en mi casa siempre ha sido quien lleva el estandarte de recoger basura, de no tirar, de reciclar. Debemos empezar desde los más pequeños para tener una conciencia ecológica, es importante la labor en las nuevas generaciones y también en la nuestra", finalizó Israel de la Cruz.