El Archivo General del Municipio “Juan E. Richer” celebra hoy su XXXIII aniversario de instauración y de albergar en su acervo la historia de esta frontera.
Con la certeza de que el conocimiento de la memoria histórica de la ciudad es necesario para el fortalecimiento del presente y programa para las futuras generaciones, se instauró el Archivo Histórico Municipal el 27 de enero de 1989.
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Esto después de rescatar los documentos olvidados en una bodega de la extinta Junta Federal de Mejoras Materiales. Dentro de los documentos rescatados se encontraban libros de actas de cabildo, registros de fierros, registros electorales, reportes policiacos, oficios, cartas, demandas judiciales, reglamentos, servicio militar, impuestos, fotografías, entre otros; mismos que se preservan en la actualidad en el acervo, junto a otros recuperados y donados durante las ultimas décadas.
Fue así como el Archivo Histórico local quedó integrado al Sistema Nacional de Archivos del Archivo General de la Nación, correspondiéndole el registro 8128C27.
ANTECEDENTES
En la época de la Revolución Mexicana, cuando se enfrentaron los ejércitos huertistas y carrancistas por el control de la aduana de la ciudad, ocurrió uno de los acontecimientos que han marcado esta localidad a lo largo de sus 173 años, denominado como el gran incendio de Nuevo Laredo.
El 24 de abril de 1914 el ejército comandado por Victoriano Huerta recibió la orden de abandonar la plaza y en el acto quemar Laredo. Fue así como los principales edificios públicos y casas de personas relacionadas con Venustiano Carranza fueron incendiados.
Entre los edificios destruidos se encontraba la presidencia municipal, lugar donde se alojaba el Archivo, por lo que la documentación generada desde la fundación de Nuevo Laredo fue destruida.
A partir de entonces no se registra la existencia de un Archivo Municipal formal que concentrara y administrara la documentación generada por las distintas dependencias municipales. Hacia finales de la década de 1980 la documentación se encontraba dispersa, sin orden ni cuidado.
RESCATE
Consciente de la importancia de concentrar la documentación municipal depurada y clasificada en un repositorio, Manuel Ignacio Salinas Domínguez propuso al Ayuntamiento el rescate documental y la posterior reinstauración del Archivo Municipal.
Dicha iniciativa fue aprobada el 19 de noviembre de 1987 por el cabildo en pleno, que dispuso que fuera el propio Salinas Domínguez quien se encargara de dicha tarea. La labor de recolección, limpieza, depuración, ordenamiento y clasificación documental se llevó a cabo con la colaboración de un grupo de estudiantes del Instituto Tecnológico de Nuevo Laredo, quienes como prestadores de servicio social se dieron la tarea de visitar las distintas dependencias municipales para recopilar los documentos en desuso que ahí permanecían, aunque la mayor parte del material rescatado se localizó en el almacén de la dirección municipal de Obras Públicas.
Con el apoyo del Archivo General de la Nación, se consiguió clasificar el Archivo Histórico y elaborar un índice documental. Ello permitiría la posibilidad de que los funcionarios, investigadores y público en general, tener acceso a la consulta del acervo documental.
INAUGURACIÓN
Posterior al rescate, organización y clasificación del acervo documental del municipio, se designó un local contiguo al edificio de la presidencia municipal, sobre la calle Maclovio Herrera, para éste fuera la sede del Archivo Municipal.
El acto de inauguración tuvo lugar el 27 de enero de 1989 con la presencia autoridades municipales, la comunidad cultural de la ciudad y público en general.
Para la ocasión el doctor Manuel Ceballos Ramírez, pronunció un discurso donde resaltó la importancia que tiene para la ciudad contar con un espacio donde conservar la memoria histórica documental. Asi mismo la exposición “Arqueología, Antiguas Culturas del Norte”, instalada en la sala de exposiciones temporales del mismo local, sirvió de marco para tan importante evento.
En dicho edificio se ubicaban las áreas de archivo histórico y archivo de concentración, así como una sala de consulta y exposiciones temporales.
A partir de entonces el Archivo Municipal estaría cumpliendo con las disposiciones del código municipal referentes a sus obligaciones y atribuciones como lo es la administración de documentos generados por las diferentes dependencias municipales y la difusión de la historia local.
CAMBIO DE SEDE
Durante casi 15 años el Archivo Municipal permaneció en un local adyacente a la presidencia municipal, sin embargo el crecimiento natural del mismo hizo que el espacio resultara insuficiente afectando la funcionalidad del mismo. Fue entonces que se planteó la posibilidad de trasladarlo a un espacio más adecuado.
Fue así que luego de la restauración y habilitación de la Antigua Estación del Ferrocarril, en octubre del 2003 se procedió a trasladar el Archivo Municipal a ese edificio histórico. Con más de 1 mil 100 metros cuadrados de superficie, se ampliaron las posibilidades para el Archivo Municipal.
Además del área de concentración, la de depuración y clasificación, y la del archivo histórico, se habilitaron dos salas para exposiciones; una permanente sobre la historia del ferrocarril en Nuevo Laredo y una para exposiciones temporales. También hay una sala de consulta, que también es utilizada para la realización de eventos de índole cultural.